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Alguna vez tuvimos nuestras formas propias de medir las cosas. Alguna vez tuvimos los nombres propios para dirigirnos a los fenómenos naturales. Alguna vez tuvimos la palabra adecuada para expresar cuándo un tiempo termina y cuándo empieza el otro tiempo.

 

Para medir los tiempos seguramente se hizo teniendo como base el ciclo anual -el viento, la sequía, la lluvia-, y ello hizo surgir respuestas para cohabitar con el medio, eso a lo que llamamos llenos de orgullo que es nuestra cultura.

 

Hoy, el ciclo lo dirige la escuela. Estamos a pocos días de que empiecen a sonar las clausuras de ciclos escolares y, con ello, las graduaciones de quienes concluye un nivel. Y entonces hay otro ciclo al que le llamamos vacaciones, que sea, tiempo de no hacer nada (como si en el ciclo escolar se hiciera mucho).

 

Leyendo a la Conagua me ilustraba sobre la formación de un ciclón. Una “n” hace la diferencia. Pero lleva la misma intencionalidad. Un calor de 26 grados que provoca vapor de agua acompañado de vientos de distintas direcciones y temperaturas frescas son lo que deben conjuntarse para iniciar un proceso cíclico (circular).

 

La página dice: “Los vientos en la zona circundante fluyen y aumenta el ascenso del aire caliente y húmedo que contiene vapor de agua. El calor latente, ganado por la condensación del vapor de agua, es la fuente de energía del ciclón. Una vez que se inicia el movimiento del aire hacia arriba, a través de la columna central, se incrementa la entrada de aire en los niveles más bajos, con la correspondiente salida en el nivel superior del fenómeno. Por la influencia de la fuerza de rotación de la Tierra, el aire converge, gira y comienza a moverse en espiral, en sentido contrario a las manecillas del reloj en el Hemisferio Norte”.

 

Entonces, apenas estamos iniciando la lluvia y ya llegaron las vacaciones. Son como ciclos encontrados y hasta chocados. ¿Cómo se lleva un ciclo de clases, de lluvia y de no hacer nada para los descendientes de las nubes?

 

Quizá la formación de un ciclón nos puede llevar a pensar en realizar un nuevo ciclo de nuestras vidas. Que conjuntar los elementos del trabajo, la temporada, las necesidades apremiantes nos hagan hacer un nuevo ciclo en la vida.

 

Quizá podamos pensar en hacer un ciclo de lluvias acorde a nuestro entorno. Los únicos que no abandonan ese ciclo son los pescadores, quienes, en pleno “desastre natural”, obtienen las mejores cosechas del mar.

 

A propósito, ya nos creímos eso de que hay mal tiempo. La televisión pronostica mal tiempo siempre. Si hay, calor hay mal tiempo; si hay viento, es mal tiempo, y si llueve, por supuesto que hay malísimo tiempo.

 

Es curioso ver a  los estudiantes en la escuela emprendiendo la huida cuando ven que las negras nubes están a punto de darse un porrazo. Se inquietan, quieren huir. Habrase visto semejante situación en los hijos de las nubes. A veces pienso que solo es inquietud por salir a mojarse, pero al siguiente día vienen agripados, eso indica un choque y no un gusto.

 

Quizá es necesario armar un ciclón que borre los ciclos escolares y nos lance a nuevas etapas históricas, a nuevos horizontes de mayor conocimiento, respeto, cuidado y responsabilidad de nuestro entorno. Si tuviésemos esos elementos, a decir de Erich Fromm, estaríamos amando el planeta y conviviendo con él.

 

En PANÓPTICO IXHUATECO hemos también cerrado el primer ciclo. Un primer año de, a veces, haber iniciado por lo menos perturbaciones tropicales y, en varios casos, algunas depresiones tropicales. Hace falta hacer más. Espero vayamos creciendo en categoría.

 

Muchas gracias por leernos.

 

Gracias a “Carlos”, el huracán, por habernos permitido el encuentro.

 

A quienes nos acompañaron en la presentación en la casa de cultura, muchas gracias por su calor humano, por su palabra.

 

Bienvenidos y bienvenidas quienes en este nuevo ciclo se agreguen.

 

Muchos Panópticos más.

 

Salud.

 

Además, opino que la palabra que está sustentada debe llevar a acciones concretas y viceversa. Que haya menos rollo y más acciones en las hojas de nuestra historia.

Ciclos y ciclones

Manuel Antonio Ruiz

Tomada del sitio www.meteorologiaenred.com

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