La decisión que tomó la Corte de Apelaciones de Nueva Orleans respecto a mantener la suspensión de la acción ejecutiva Deferred Action for Parents of Americans (DAPA), del presidente norteamericano, Barack Obama, ha sido lamentable, la cual pudo beneficiar a miles de familias migrantes que residen en los Estados Unidos.
Desafortunadamente, el flujo migratorio de niños indocumentados no ha cesado durante los últimos meses, lo cual puede ser visto como un desastre humanitario debido a que los infantes son expuestos a situaciones de riesgo al transitar por zonas dominadas por grupos criminales en su afán por llegar a los Estados Unidos.
Se ha corrido un rumor falso de que todos los niños migrantes que lleguen al país podrían beneficiarse de un asilo político, considerando los altos índices de violencia que predominan en Centroamérica y en algunas partes de México; sin embargo, esto es totalmente falso, ya que no hay ninguna garantía de que los menores puedan beneficiarse de esta figura jurídica.
El futuro es incierto para la acción ejecutiva DAPA, ya que la última instancia legal a la que se podría acudir es la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos; no obstante, parece que el Departamento de Justicia no ve muchas posibilidades de que DAPA pueda obtener un fallo a su favor en esta última instancia. Si bien es cierto que el máximo tribunal ha tomado decisiones liberales en las últimas semanas, como los fallos a favor del Obama Care o del matrimonio entre personas del mismo sexo, esto no garantiza que la Corte vaya a sancionar a favor del DAPA.
Otro de los rumores que causan confusión es que algunos activistas han manifestado su intención de que el caso DAPA sea sometido a tribunales internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, al argumentar que las deportaciones violan los derechos de los migrantes porque causan un daño irreparable a sus familias. Empero, la probabilidad de éxito de DAPA sería nula si consideramos que, para que un caso pueda ser admitido por un tribunal internacional, primero tendría que cumplir con el requisito de complementariedad, lo cual significa que tendría que agotar todas las instancias legales del país de origen, el cual, para el caso de DAPA, aún le faltaría someterse al escrutinio de la Suprema Corte. Desafortunadamente, hay quienes emiten este tipo declaraciones irresponsables, aprovechándose del desconocimiento de la población del derecho internacional. A todo esto, vale la pena señalar que últimamente ha estado de moda mencionar que se recurrirá a los tribunales internacionales cuando un caso no favorece a los demandantes o como una forma fantasiosa de superar frustraciones, pasando por alto los requisitos que debe cumplir una demanda para ser admitida por un tribunal internacional.
La noticia de la decisión que tomó la Corte de Apelaciones cayó como balde de agua fría en las ilusiones de los paisanos que añoran por regularizar su estatus migratorio para poder regresar a sus comunidades de origen y finalmente volver a ver a sus seres queridos.
No obstante lo anterior, la buena noticia es que el programa DACA, que blinda temporalmente a los jóvenes indocumentados de ser deportados, sigue vigente y el pasado 15 de junio cumplió tres años de haberse implementado, lo que sigue dejando abierta la posibilidad de que más mexicanos se puedan beneficiar de esta medida, considerando de que más del 50 por ciento de los mexicanos que pudieran beneficiarse de este programa no lo ha hecho.
Habrá que estar atentos a los próximos acontecimientos que versen sobre la decisión que tome el equipo legal del presidente Obama respecto al DAPA. Mientras tanto, nuevamente extiendo la invitación a nuestros paisanos para que se preparen con sus documentos y que eviten caer en los fraudes migratorios. Hasta el momento, no se están aceptando solicitudes para beneficiarse de los programas DACA ampliado y DAPA, por lo que hay que estar alerta y denunciar a las posibles personas que quieran aprovecharse de la confusión.
Decepción para los migrantes
Florentino Cabrera García
Tomada de www.peru.com