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“Todo depende del cristal con que se mire”, decía Baruch Spinoza, y es que también hay que tener en cuenta que todo punto de vista es solo la vista de un punto.

 

La invitación de A. Antonio Vásquez propuso a los lectores del Panóptico definir el ser ixhuateco, nos decía: “El hombre vive con su nación a cuestas, no con su país; el amor por el territorio que une a un pueblo se vive con el mismo pueblo, no con las políticas de estado; el nacionalismo se recuerda y se vuelve a ella a través de sus bailes, de sus fiestas, de su comida, de sus rituales, no desde la homogeneización de las prácticas que hacen los medios de comunicación”. ¿Cuántos de nosotros no se sienten orgullosos de la nación zapoteca de la cual formamos parte?

 

Y nos preguntaba: “¿Qué es ser ixhuateco?”. Nos decía: “Es necesario para comprendernos como civiles, para recuperar algunas de las viejas prácticas de nuestros padres y de nuestros abuelos, para que, con ello, recuperemos y enarbolemos la ciudadanía ixhuateca. Vuelvo a decir que no me siento ciudadano de Ixhuatán porque mis derechos y obligaciones los he compartido con otras gentes; sin embargo, por el amor que le tengo al terruño, trato de colaborar con un granito de arena por la construcción de una mejor sociedad”.

 

Nos recordó que “A donde vayas habrá un ixhuateco que te eche la mano”, “En donde estés habrá un ixhuateco a quien echarle la mano”, “El ixhuateco siempre sabe quién es, por eso tiene éxito” y otros más que iban en el mismo sentido. Darme ánimos para seguir estudiando, “para ser alguien”, como se repite siempre en el pueblo, como si no fuéramos nada, y es verdad que, a veces, así parece, no ser nada o ser todo, que, en cuestiones de semántica, tiene significados parecidos, esto es, que hay en el ser y el hacer del ixhuateco una identidad difusa o confusa.

 

A ello intenté contestar en las anteriores intervenciones semanales con la devolución del diagnóstico de Ixhuatán realizado por nuestro/as estudiantes de la preparatoria José Martí. Para la realización de dicho trabajo tuvimos en claro que la palabra que se recogía no era la palabra del letrado, del posesionario ni del rico, sino la palabra del pueblo que vive día a día. Es decir, es memoria histórica desde la visión de los vencidos, como nos lo propone Miguel León Portilla.

 

Por su parte, Juan Henestroza Zárate, en ¿Quiénes somos, pues?, nos recuerda parte de por qué somos como somos (me estoy contando más por tecnicismo de mi profesión que por sentirme cobijado, dice Marín, que qué ando diciendo cosas si ni soy de Ixhuatán). Este texto llegó en un momento bastante oportuno para la clase de filosofía, donde le dimos lectura colectiva y se realizaron comentarios de forma que integramos el siguiente texto colectivo:

 

¿Qué define al Ixhuateca/o?

 

Partiendo del texto ¿Quiénes somos, pues?, de Juan Henestroza Zárate, decimos que los jóvenes ixhuatecos somos hijos de migrantes provenientes, en su mayoría, de Ixtepec, Ixtaltepec, Espinal, Juchitán, Unión Hidalgo. Pero también muchos somos hijos de la mezcla de migrantes y huaves, es decir, nosotros los que ya vivíamos aquí. En nuestra sangre corre sangre extranjera.

 

Reconocemos, entonces, que los ixhuateco/as somos descendientes de conquistadoras/es. Para ser ixhuateco no solo basta que haigas nacido aquí, es también necesario saber defender su pueblo, como, por ejemplo, algunas personas se van a otros lugares y luego regresan negando su origen.

 

Las riquezas de que disponemos:

 

Es un lugar chido porque tenemos riquezas extravagantes, como la playa, el río, el mar, y por eso somos personas ricas, solo hace falta valorarlo

 

Los ixhuatecos son personas que prefieren que sus hijos estudien y que no vivan como viven ellos. Algunos padres mandan a sus hijos a la escuela y nada más, los alejan del trabajo de la comunidad, es decir, no les enseñan cómo trabajar y cómo ayudar a la casa o como ganarse la vida, y por esa razón los hijos, cuando emigran a otras ciudades, nada más pueden trabajar en lo que les enseñan en la escuela.

 

Tenemos muy bonitas tradiciones y costumbres con gran riqueza cultural que con sus tierras ha logadon salir por si solos adelante.

 

La migración continúa:

 

Muchos de nosotros nos vamos a otros lugares y dependemos de otras personas mientras otros vienen a conquistar las riquezas en que vivimos.

 

Somos personas con espíritu migrante que construimos ideas, costumbres, tradiciones, formas de vivir nuevas vidas y a todo lo que ya está hecho en el pueblo. A eso le entregamos el sentimiento, el corazón.

 

Algunos de quienes migran cuando llegan al pueblo se vuelven muy creídos que nin siquiera quieren pisar tierra porque él viene de la ciudad; cuando llega ya no soporta el calor, los zancudos, la humedad y las formas de hablar que califican como muy groseras.

 

Dependencia:

 

Muchos de nosotros dependemos de la naturaleza, de cómo viene el tiempo. De quién nos contrata y, por tanto, de las posiciones materiales. En este espacio entran la envidia, el orgullo, avaricia, etcétera. Este un pueblo donde ha influido el capitalismo, donde la avaricia y el orgullo ha cegado la humildad y el amor al prójimo. Se ha convertido en un pueblo imitador, un pueblo que se ha dejado llevar por lo que brilla.

 

Defensa del ixhuateco

 

Somos personas que no nos quedamos calladas con las reglas que otras personas nos quieran imponer, como pueblo ixhuateco estamos unidos frente a los de afuera, aunque por dentro llevamos la división de los partidos, las religiones y las velas.

 

Ser ixhuateco no es solo hablar la lengua del pueblo, sino saber y poder defender a las riquezas de la tierra. Esta defensa por supuesto que tendrá que verse en el trabajo puesto en ella, en la industria local apropiada, es decir, adaptada a la necesidad y que nos pertenezca.

 

Como dijo Juan Henestroza: “Esta sociedad tardará años para reconocer sus errores y darse cuenta de que valemos por igual”. Mientras tanto, necesitamos trabajar para mantener este pequeño espacio que nos es común.

 

Además, informo:

 

En San Francisco del Mar, el Comisariado de Bienes Comunales, asesorado por diputados, está promoviendo la creación del parque eólico, pero ese parque va a poder construirse si la presidencia firma el “cambio de uso de suelo”, por eso en nuestra escuela cuelga la manta que los jóvenes mostraron el 16 de septiembre: “Señor presidente No al cambio de uso de suelo”.

La presidencia, por su parte, se opone a la entrada de transnacionales, se llamen como se llamen. Y, haciendo trabajo por el pueblo, ha organizado un comité de desazolve del río. A partir de ayer lunes se están haciendo asambleas comunitarias con este tema para llegar a acuerdos concretos.

 

Este trabajo va a tener como impacto positivo que un mayor arrastre de sedimentos llegue al mar y se prevengan en un porcentaje considerable las inundaciones.

 

¿Alguna opinión respecto a estos trabajos?

Del ser ixhuateco

Trabajo colectivo

Manuel Antonio Ruiz

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