A mi abuelo Ikoojts ta’ Braulio Biri´
y a mis abuelos binni´zaa Agapita, Cirilo y Emilia.
Del 12 de octubre se hicieron varias leyendas para justificar la invasión, la muerte, el saqueo, la destrucción.
Se dijo que Cristóbal Colón descubrió a América. Se dijo que hubo un encuentro de dos culturas o de dos mundos. De hecho se decía que la España era la Madre Patria. Entonces América Latina nos declaramos huérfanos. Así lo dijimos en el Año de la Resistencia Indígena Negra y Popular, acontecido en 1992. Nos declaramos en resistencia y hubiésemos preferido declararnos en revolución.
Los discursos en torno a nuestros pueblos originarios (por llamarnos de alguna manera en otros términos) siguen siendo racistas. La Constitución reconoce la presencia de los pueblos indígenas, pero como sujetos de derecho. No ha habido un gobierno que haya defendido a nuestros pueblos: todos acaban ofreciendo el territorio o a su gente. Así lo hizo Benito Juárez, así lo hizo Porfirio Díaz. En los gobiernos sigue esa misma gente estando al frente con el mismo modus opeandi de antaño.
El día de hoy, mientras escribo estas letras, dos anuncios públicos nos dan esperanzas. Representando a la comunidad indígena binni’zaa, Bettina Cruz Velázquez, Raymundo Regalado Jiménez y Alejandro Regalado, además del abogado Ricardo Lagunes Gasca, dieron a conocer en la Ciudad de México que, el día 15 de septiembre de 2015, 1166 indígenas binni’zaa del Istmo de Tehuantepec interpusieron un amparo que recayó en el Séptimo Juez de Distrito de Salina Cruz con el fin de proteger nuestros derechos que han sido violados por las autoridades federales, estatales y municipales al aprobar la construcción y operación del megaproyecto de Energía Eólica del Sur en nuestro territorio indígena.
El 30 de septiembre, el juez ha dictado una orden de suspensión de todas las autorizaciones, permisos, vistos buenos, aprobaciones, licencias y cambios del uso de suelo otorgados.
Por otra parte, la empresa minera Lowell Copper informó su decisión de “retirar su interés” del proyecto Santa Marta, ubicado en territorios de Zanatepec y parte de San Miguel Chimalapa, con lo que devolvió a la empresa exploradora Minaurum Gold los derechos adquiridos en 2013 para extraer cobre de territorio istmeño.
En septiembre de 2014, autoridades agrarias zoques y zapotecas, así como organizaciones sociales del Istmo, suscribieron un acuerdo para impedir la actividad minera en toda la región, al cual denominaron “Declaratoria de Zanatepec”, en la que se exhortó a todas las comunidades y actores sociales a unirse por la defensa de la vida, la tierra y el territorio. Grupos ecologistas afirman que las nuevas leyes “impuestas” por el gobierno federal apuntan “peligrosamente” a la desaparición de la figura del Comisariado de Bienes Comunales, así como a la expropiación de tierras para ser entregadas a empresas extranjeras, con la “excusa” de un beneficio nacional, “lo cual es una falacia”.
Actualmente, la empresa Minaurum tiene una “concesión federal” para extraer minerales de estas tierras hasta el año 2061, por lo que los grupos ecologistas y comuneros están conscientes de que han ganado una batalla, mas no la guerra.
Seguimos resistiendo para poder vivir a nuestra manera pero sin quedarnos en el atraso. Muchos hemos dado un paso adelante: buscamos reconstruir o regenerar nuestros pueblos.
A 523 años del 12 de octubre de 1492, los pueblos latinoamericanos celebran la lucha de los indígenas contra el ejército conquistador español que acabó con la vida de más de 90 millones de personas. Este día no es para celebrar, sino para denunciar y no olvidar uno de los mayores genocidios de la humanidad.
Tomada de www.efemeridesimagenes.com