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Hace ya varios meses he venido leyendo y escuchando de un proyecto de campo tortuguero a desarrollarse en las playas del océano Pacífico correspondiente al municipio de Ixhuatán, Oaxaca. Este proyecto, encabezado por el profesor Clemente Vargas Vázquez, se ubicaría en el lugar conocido como "El Faro".

 

Un proyecto de este tipo acarrearía magníficos beneficios a la comunidad ixhuateca, a sus agencias y a los dueños de ranchos que se ubican en la zona, pues traería consigo una buena derrama económica de los turistas que gustan de estas actividades en donde se proyecta el cuidado de la ecología, de la flora y fauna de una región, esto es, el ecoturismo.

 

Otra de las ventajas que puede tener el campo tortuguero es el impulso de la educación ambiental, el cuidado y conservación de las especies de tortugas que arriban año con año a las playas, que, en un afán de defender las costumbres del pueblo, se han ido depredando cada día con menos conciencia sobre los problemas que puede acarrear la extinción de una especie.

 

Aunque, para la realización del proyecto, el profesor Clemente tenga que invertir muchas horas de su trabajo sin remuneración alguna, se necesitan que otras manos, otros ojos, otras conciencias se sumen al esfuerzo. Es necesario que, en el plan de un desarrollo comunitario, los ixhuatecos y las ixhuatecas construyan una relación de comunidad, es decir, que se haga un frente común con los proyectos que son idóneos para los beneficios de todos. Nos hace falta volver a tender lazos de cooperación mutua; se añora el famoso tequio, aquella práctica ancestral de los pueblos zapotecas en donde el trabajo de uno era el de todos, la necesidad de uno se resarcía con la cooperación de todos, la organización era el factor primordial para lograr mejores resultados en los trabajos comunitarios.

 

El proyecto de campo tortuguero debe seguir hasta consumarse, y no solo eso, sino que se debe elaborar otros proyectos ecoturísticos en la zona de Aguachil y la Isla de León porque es una fuente de derrama económica que permite el crecimiento de las comunidades albergadas en la zona; además, serviría para crear fuentes de empleo, para hacer una pausa en la depredación excesiva de la fauna marina, permitir una veda de los recursos pesqueros sin que ello genere problemas económicos entre los habitantes que se dedican a la pesca.

 

Si bien, en décadas anteriores, las lagunas del mar muerto junto con sus esteros tuvieron una abundancia en recursos pesqueros, en la actualidad, es notoria la cada vez más escaza producción camaronera, tanto que la otrora exitosa sociedad cooperativa pesquera Ixhuatán y su fábrica de hielo ven cada vez más cerca la quiebra, su desaparición y privatización de la producción de este bien.

 

En este sentido, un camino que se puede proyectar con mucho futuro es el ecoturismo, actividad que cada vez va tomando más fuerza en el desarrollo de producción económica alternativa. De esta manera podemos emular las acciones que están emprendiendo otras comunidades, las cuales ven la práctica turística con responsabilidad y se valen de ella para obtener derrama económica que beneficie a la población.

 

Si consideramos que la zona capta la llegada y anidación de varias especies de tortugas marinas, que se cuenta con amplias playas vírgenes, con decenas de ranchos a lo largo y ancho de la isla, en donde es visible la producción ganadera y agrícola, y, además, de que la laguna superior o mar muerto cuenta con majestuosos esteros, hermosos islotes, nidales en donde llegan a veranear distintas especies de aves, el ecoturismo puede ser una alternativa eficiente.

 

El proyecto de campo tortuguero del profesor Vargas debe encontrar puertas abiertas en las autoridades de los tres niveles de gobierno, pero, además, hay que estar conscientes de que en el camino habrá algunas pruebas difíciles que se tienen que sortear para que, finalmente, se logre el objetivo.

 

Estimado lector, los que vivimos fuera de Ixhuatán regularmente visitamos el pueblo y podemos observar detenidamente sus condiciones sociales, económicas y culturales; a veces criticamos severamente y otras aplaudimos las acciones de nuestros paisanos. Hemos aprendido, al visitar a nuestros familiares, a disfrutar de las tradiciones, del pueblo, del río, de la playa, en fin, de todo lo maravilloso que nuestro pueblo nos regala. Por tanto, los invito a apoyar estas actividades y otras propositivas que nos benefician a todos.

 

A los que viven en el pueblo los invito a sumarse a las causas comunes, que renazca el tequio, el apoyo y la ayuda solidaria. Hagamos una pausa a las críticas sin sentido, sin fundamento, sumen esfuerzos con "algunos locos" que se preocupan por el futuro de los hijos ixhuatecos.

 

Bienvenido, pues, el campo tortuguero en "El faro". Felicitaciones a Clemente y a quienes lo apoyan en esta labor ecológica para que, en próximos años, podamos visitarlos y seguir viviendo experiencias placenteras de nuestro querido Ixhuatán. Por un futuro mejor... ¡salud!

Ecoturismo

(Proyecto de campo tortuguero

'El Faro')

A. Antonio Vásquez

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