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Dice mi abuela: "El que por su gusto muere aunque lo entierren parado". Un dicho simple y sencillo para quienes han vivido ya mucho rato, como lo ha hecho por 94 años la patrona de la casa. Y es que ese dicho nos puede llevar a reflexionar en muchos aspectos de nuestra vida tanto individual como social. A continuación trataré de explicarme:


El suplicio se lleva por cuenta propia de los actos que cometemos y se cosecha lo que sembramos, pues bien está dicho que en el pecado se lleva la penitencia. No es que quiera hablar de temas religiosos, pero políticos sí lo son conforme van teniendo el mismo nivel polémico cuando dos o más personas lo abordan.


En los pueblos de nuestra región es muy fácil ver y palpar las divisiones que hay cuando en cada campaña política salen los candidatos a decir que ellos son los buenos y que, por lo tanto, por ellos hay que votar para recibir los beneficios que estos otorgarán al llegar al cargo.


En nuestros pueblos vecinos, como lo son San Francisco Ixhuatán y Santiago Niltepec, es muy recurrente que a estas alturas (con miras en las elecciones del 7 de junio) ya varios señores y señoras políticos hayan llegado al pueblo a hacer proselitismo y prometieron acabar con todos los problemas que atañen a nuestras comunidades.

 

Llegan de todos los colores y todos los discursos posibles. No diré que todos son iguales porque unos son más astutos que otros, pero sí todos buscan el mismo fin.


En mi natal Niltepec, los encuentros entre los apasionados políticos pueden ser un tanto problemáticos, ya que cada uno defiende a su gallo a capa y espada.

 

Los del tricolor no quieren a los que le van a los amarillos, y estos a los que les van a los candidatos azules. Es aquí cuando me pongo a pensar si sabrán de dónde viene ese partido político al que defienden y si conocen qué es lo que han hecho en su carrera política los que buscan ser elegidos.


Para esto puedo encontrar varias respuestas, como la tradición (familiar y social), la coacción del voto (práctica muy recurrente durante campaña y el día de las votaciones), el verdadero convencimiento después de los muchos mensajes a través de la televisión y espectaculares (incluidas las bardas que pintan en las calles sin permiso alguno de los propietarios), el desaliento del otro partido de promesas no cumplidas en periodos anteriores.

 

Todas y cada una de las anteriores situaciones las podemos vivir, ya que en cada espacio posible han demostrado una y otra vez (los políticos y politiqueros) que, una vez obtienen el puesto, no se vuelven a parar en nuestra población sino hasta la próxima elección que busquen un cargo más arriba o desean saltar como chapulines a otro cargo.


En mi pueblo, las acaloradas discusiones en tiempos de campaña pueden ser hasta violentas, pero peor es cuando descubren a los del otro partido sobornando a sus afiliados con artefactos y perecederos para la compra del voto, y es muy curioso porque van desde artículos muy simples y hasta los de primera necesidad (playeras, gorras, despensas, láminas, bultos de cemento,  material para la construcción de manera general y dinero en efectivo).

 

Los ánimos se encienden cuando quienes reciben dicho "apoyo" sin pena alguna acarrean a sus domicilios lo otorgado por los encargados de campaña de su candidato. Suele haber reclamos fuertes y hasta agresiones físicas algunas veces, y esos son rencores que los votantes se llevan hasta las casillas el día de la elección y quizá por mucho tiempo mas.

Si tuviéramos la madurez política como seres adultos, deberíamos entender que esos agarrones por campañas políticas y todo lo que conllevan no deben suceder, ya que los únicos beneficiados son estos personajes que han de obtener un puesto subrogado por el erario (pagado de nuestros impuestos); entonces, resulta ser un gran negocio la inversión a dichas campañas, pues, al final del día, los que ganan una diputación o senaduría podrán recuperar el dinero “tirado” en campaña y los votantes quizá seguirán con las mismas problemáticas de los servicios básicos (espero equivocarme ahora y que sea diferente).


Con estos hechos nosotros somos cómplices y nos corrompemos de manera inconsciente -o quizá consiente-; entonces, no funciona la famosa democracia que se pregona en el país, o acaso quienes reciben una despensa podrán sobrevivir durante el periodo en que su gallo se mantenga en el cargo si gana las acaloradas elecciones.

 

Nuestra conciencia nos traiciona, y hemos caído en el divisionismo en el que tanto les conviene a la clase política mexicana debido a que un pueblo dividido no tiene la fuerza suficiente para reclamar justicia y defender su dignidad, que en estos tiempos mucha falta nos hace.


Esperemos que en la presente maroma electoral los votantes sean capaces de diferenciar los asuntos políticos y recuerden que somos hermanos del mismo pueblo o paisanos, como nos decimos quienes andamos fuera de nuestra tierra natal.


*Agradezco infinitamente la invitación a Michael Molina -coordinador y colaborador- a integrarme a este proyecto tan necesario para nuestra sociedad en tiempos tan confusos y disfrazados de paz en una cruda realidad de hartazgo social y engaño oficial. Felicito a los colaboradores porque cada punto de vista aquí vertido nos hace crecer como profesionales y como seres humanos. Espero colaborar y cumplir las expectativas puestas en mí para ayudar a mejorar nuestros pueblos hermanos, pues, como se darán cuenta, soy del pueblo vecino, El Cerro del Añil, Niltepec. Ahí a escasos kilómetros de Ixhuatán, tierra que me adoptó durante tres años obligatoriamente.

 

Quedo a sus órdenes, y cualquier crítica o punto de vista por lo aquí escrito por mí en este espacio serán bien recibidos porque eso me servirá para seguir dejando mi humilde opinión. Un fraterno saludo.

El que por su gusto muere...

José Enrique Mauleón Medina

Tomada del sitio www.brolleros.com

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