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4/6/2016

 

¿Hasta cuándo terminará esta locura?

 

No veía la hora de que llegara el jueves. Llegó cargado de ese silencio enriquecedor que da el sosiego. Ni un spot ni un perifoneo ni un escándalo a partir de la excusa de votar. Nada, solo el breve rumor del pequeño viento que cruza el chicozapote que, cansado de tanto aire caliente, deja caer sus ramas al piso, aguantando la temporada de lluvias, que tampoco se anima a amainar este calor.

 

El domingo, ese día veremos si la agenda de la @Seccion22Cencos de la @CNTEMx da resultado en Ixhuatán. No lo veo venir en tanto que una cosa son los deseos y designios de una dirigencia extraviada y otra es la realidad. Los mentores votarán por el partido de sus simpatías, como me decía uno hace unos días, próximo a su jubilación: “Soy priista porque ese es el partido que me heredó mi padre, el de las mayorías de los ixhuatecos. El que ha conducido por la senda del progreso al país, lo quieras ver o no”, sentenció.

 

Quedé perplejo. No sabía que se heredaban los partidos, como tampoco veo a este profesor haciéndose de unos metros cuadrados del edificio de Santa Rosa Panzacola en la ciudad de Oaxaca, como tampoco del edificio de Insurgentes Norte en la #CDMX. Si heredar ideologías y religión se me hacía un exabrupto, heredar un partido no solo se me hizo un exceso, me pareció hasta cómico.

 

Pero, volviendo al espectáculo cómico-mágico-musical en que se han convertido las elecciones, con jingles y cover de canciones edulcoloradas, pegajosas, que terminan diciendo nada, absolutamente un carajo, retomo mi hilo discursivo. Lo que logran es ahuyentar a sus posibles clientes. Confunden la gimnasia con la magnesia.

 

Una cosa es vender un producto o servicio y otra muy, muy distinta, la democracia, y una parte de ella, el sufragio del voto y el convencimiento a votar por una opción ideológica o partidista. Pero parece claro que no lo entienden o no quieren entenderlo.

 

¿Qué pronósticos hay? Que ganarán las opciones que siempre han gobernado Ixhuatán porque las inercias y las coyunturas siguen estando intactas. Solo que no queremos verlas aunque a muchos nos moleste. Como dijera el filósofo de Juárez: “Es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor (u odio) que se tenga”.

 

Entonces, que nadie se diga engañado este domingo. Si fallo, ahí les deberé unos mezcales para el aniversario del PANÓPTICO IXHUATECO, que con gusto pagaré.

 

Mientras tanto, aquí en este rincón del patio en que me encuentro, esperaré la botana que me toca. ¡Salud!

En la mirada de lo que viene

Joselito Luna Aquino

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