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10/08/2015

 

También lo que me dejó una molestia, no porque no lo pudimos lograr, porque el recurso llegó al municipio, pero tenía ganas de ser yo quien lo inaugurara, fue el hospital y el estadio de beisbol. Nosotros lo trabajamos, a nosotros se nos aprobó el proyecto, a nosotros nos llegó el recurso, pero lo dejamos ya casi terminado, más del 90 % de trabajo, pero fueron situaciones menores, que, al final, estamos satisfechos de haberlo logrado.

 

El mediodía es bastante agradable. La charla se desarrolla en su área de descanso en la parte posterior de su domicilio. Mientras bebemos un refresco y oímos jugar a sus pequeños hijos, continuamos.

 

¿Recuerda a su antecesor? ¿Qué recuerda de él? ¿Qué compromiso o qué proyecto le dejó como presidente municipal que iba de salida? ¿O qué consejo o recomendación le dejó en los días de entrega-recepción?

 

Sí, lo recuerdo muy bien, pero no hubo ni consejo ni encargo ni nada por el estilo; desafortunadamente, era otro partido político, el PAN, en ese momento. Nosotros recuperamos como PRI la alcaldía, así que no hubo ni buenos ni malos consejos: la entrega se dio en un clima de tranquilidad.

 

Al contrario de la presidenta Olivia Matus Toledo, a la que le entregué, que todo el tiempo estuvo friega y friega conmigo, me decía: “Oye, falta esto. Oye, que esto otro”. En el caso de la recepción que hice, no: todo fue tranquilo. Sí hubieron (sic) ciertas situaciones de faltantes, pero dije que de ese momento en adelante se iba a trabajar, porque para eso llegamos a la presidencia, y no íbamos a estar haciendo revanchismo político porque el que estaba era el que me había ganado en las elecciones anteriores, y para qué decir que ahora que me toca a mí lo voy a hacer sufrir; eso no ocurrió en ningún momento.

 

Empezamos de cero, eso sí, sin rencillas con nadie, sin egoísmo; al contrario, agradecimos a la gente que nos había apoyado, nos dimos las manos de amigos el día de la entrega, y cada quien a hacer lo que tenía que hacer.

 

Ahora, como ya lo mencionó, dice que su sucesor estuvo al pendiente de cómo ibas a terminar. ¿Qué compromisos, pendientes o recomendaciones hizo con esta administración que lo sucedió?

 

Con esta administración sí fue diferente porque, como a nosotros nos había quedado un recurso en tres rubros, por eso le exhorté a que terminara las obras y que lo hiciera con buena calidad. Una fue la terminación del hospital para que arrancara al 100 por ciento; otro que fue un recurso bastante grande fue el del estadio de beisbol que ya se había comenzado, pero fue difícil concluirlo porque el recurso lo recibimos en octubre, cuando ya íbamos de salida, y el tercer rubro fue la pavimentación de la entrada al municipio, ahí en donde está la escuela secundaria, que son como 100 metros. Obras que el recurso nos llegó, pero que nosotros ya no pudimos ejercer; por eso se le exhortó a ella que nos ayudara a ejercer ese recurso con todos los lineamientos que marca la ley.

 

También hubieron (sic) recomendaciones de auditoría. En mi administración me auditaron dos veces, durante dos años en el trienio, y el resultado fue que las cosas estaban bien. Todo lo que encontraron estaba en orden, por eso le recomendé que hiciera las cosas conforme marca el reglamento, para que en el momento de que le llegara una auditoría no cayera en algún tipo de sanciones.

 

La plática con la presidente que nos recibió fue para decirle que nosotros teníamos tres volteos que nos estaban dando lata; estos se vendieron, y se compraron dos de medio uso, esto fue ya al final del periodo. Lo hicimos porque era mucho el dinero que se gastaba en estar arreglando los anteriores, por eso se le explicó a ella el porqué de la decisión; así como esta situación, le hicimos saber de otras con las mismas características.

 

¿Es difícil ser presidente municipal?

 

Sí, sí es difícil. Fíjate que es difícil, pero es gratificante. Yo estoy contento por haber servido a mi pueblo, pero sí te queda un poco de tristeza porque uno siente que le serviste a tu pueblo pero mucha gente dice lo contrario. Uno gobierna para todos, pero no puedes quedar bien con todos: hay gente que, mientras vas hacia adelante, vas trabajando en su beneficio y atrás te vienen criticando; aunque en esos momentos hacemos oídos sordos, pero es difícil porque te haces de enemigos. Cuando uno es presidente hay amigos, pero también se hace uno de enemigos. Es difícil cuando la gente quiere que le soluciones sus problemas a todos y en el momento que ellos deseen.

 

La gente que llega al municipio quiere que lo apoyes. Uno trata de apoyarlos; creo que nosotros logramos apoyarlos a todos, desde la gente que llega a pedir apoyo porque sus hijos se van a casar o que falleció un familiar o que no tienen para el pasaje porque necesitan viajar, hasta para la construcción de casas o para levantar la cosecha. Tratamos de apoyarlos a todos. Había gente que se le daba hasta el 80 por ciento de su petición, y cuando no teníamos la gente se iba enojada, pero aun así buscábamos cómo proporcionarle algo, y eso es lo difícil. Como te decía hace rato, un presidente quisiera tener la bolsa llena de dinero o la varita mágica para darle el apoyo a todos, para que se fueran contentos, pero el recurso es muy poco, lo que llega de Oaxaca y lo poco que se cobra en el municipio.

 

Eres bastante joven, tienes 37 años, con todo esto que nos platicas, ¿te gustaría ser nuevamente presidente municipal de Ixhuatán?

 

Fíjate que sí. A mí si me gustaría volver a ser presidente de Ixhuatán. Muchos expresidentes con los que platiqué me dicen: “No, yo ya no vuelvo a la presidencia”, pero en mi caso sí. Te voy a decir por qué: porque veo todavía que el lado social no se atiende; veo todavía muchas quejas de la gente; ya hemos pasado un trienio y medio, y veo muchas necesidad de la gente que nos falta por hacer; hacen falta muchas calles por pavimentar. En el trienio que me sucedió no hubieron (sic) muchos avances a pesar de ser de la misma línea, del mismo partido.

 

Creo que ahora me interesaría ya no ir a buscar obras grandes, sino irnos más a obras pequeñas por zona, por barrios y por colonias; entrarle más a preguntarle a la gente qué es lo más necesario dentro de su espacio en que viven; apoyar a la gente en proyectos productivos de grupo; poder estar más en Ixhuatán, es decir, una segunda etapa para ser un presidente que está más en el pueblo; recibir el recurso que nos llega y repartirlo para todos. ¿Por qué esto? Porque el gran proyecto que yo había pensado, la de pavimentar hacia las agencias y la del hospital, pues esas obras ya están realizadas, ahora le entraríamos más al asunto social.

 

Y sí, sí hay esa espinita que en algún momento me llega de querer volver a participar en una elección para volver a gobernar nuestro pueblo. Esperemos que en un momento dado se dé la situación, la gente nos quiera apoyar y adelante. Creo que está José Luis para participar otra vez.

 

¿Y por qué no ir más allá, hacia una diputación local?

 

También lo pensamos, también los hemos analizado. Me lo propusieron cuando estaba yo como presidente municipal, me propusieron ser precandidato a la diputación, pero no, lo deseché, dije que no porque la intención en ese momento era estar en mi pueblo, gobernar con ellos, estar los tres años completos para la cual me había elegido, terminar las obras que tenía planeado porque era un sueño y un proyecto que me propuse.

 

Allí les dije que no, les dije: “Espérenme, probablemente el próximo trienio vamos”. Dicen que las oportunidades se van, pero no me arrepiento porque terminé bien mi gestión, terminé con lo que tenía que hacer, se hizo lo planeado. Ya cuando se presentaron las candidaturas a la diputación, había varios gallos, ya no se pudo, pero ahí llegó una paisana que ahora es la diputada.

 

Hace rato mencionaste el asunto del agua potable y el cobro de la misma. ¿Cuál es esta situación que se viene dando en Ixhuatán desde hace ya varios años? ¿Qué pasó en su administración con ser el suministro del agua potable y con el cobro por el servicio?

 

Esa es la parte que más trabajo cuesta en el municipio, no solo en mi administración, sino en todas. Hay que convencer a la gente a que contribuya con ese pago. No es un pago por el agua, sino para el mantenimiento de todo el sistema: tuberías, ampliaciones, bombas y desperfectos; pero nuestra gente es muy renuente a cooperar con eso. Voy al asunto marcado políticamente: si el PRI está en poder, los del PDR, PT, PAN y las fracciones que sean no pagan el servicio del agua, y, cuando hay otro partido en el poder, los de ideología contraria tampoco pagan, no pagan, son renuentes en hacerlo.

 

En nuestro caso, lo que comenzamos a hacer es que, si no llegaba nadie a pagar, pues se mandaba a cobrar, pero del 100 % solo el 10 o cuando mucho el 20 % paga por el servicio, el otro 80 % no solo no te paga, sino hasta insultan al cobrador. Esto si es bastante difícil: hacer entender a la gente que el pago es necesario para poder seguir suministrando agua a todas las casas. Lo mismo pasa con el pago del predial o el servicio de recolección de basura; por ejemplo, el pago es mínimo, pero ni así, es muy poca la gente que asiste a pagar el servicio; a pesar de ello, ampliamos la red de tuberías de agua potable, en algunas colonias se les construyó su pozo, como el caso de la colonia Lázaro Cárdenas, y, a pesar de todo eso, la gente no quiere pagar por el servicio.

 

Por eso la gente no entiende en qué se gasta un presidente el dinero, pues se va en pagar el alumbrado público de todo el municipio, en darles mantenimiento a todos los pozos de agua potable, en el pago a los trabajadores, en el mantenimiento de los camiones que están al servicio del ayuntamiento. Creo que a la gente le falta la cultura de cooperar con estos pagos.

 

Pasando a un tema más hacia el exterior del municipio ¿Cuál crees que sea la importancia que tiene Ixhuatán en su relación con los otros municipios de la región?

 

De todo el distrito, Ixhuatán en uno de los municipios más productivos. La gente se dedica a la pesca, a la agricultura y a la ganadería; estas situaciones nos ha despegado por encima de los otros municipios. Somos reconocidos por ello y porque la gente de nuestras agencias tiene bastante auge en sistemas de producción; por ejemplo, el del melón y la sandía, así es que la agricultura nos ha ayudado bastante: porque impactamos no solo en la región, sino en el país. Ahora también la siembra y cosecha ya del mango, ha traído al municipio bastante inversión.

 

Así como en lo económico, en el ámbito de la cultura también Ixhuatán se ha caracterizado por sobresalir entre los diferentes municipios; por ejemplo, la vela de la Candelaria, que tiene un reconocimiento no solo estatal, sino nacional.

 

El papel trascendente de Ixhuatán entre los municipios vecinos es porque hay riquezas naturales de mucha importancia, riqueza cultural y riqueza económica, que quizás otros municipios no los tienen o tienen un solo tipo de riqueza, a diferencia de la nuestra; por eso nos consideramos dichosos, porque aquí en el pueblo tenemos de dónde vivir, además de que somos un municipio en donde hay muchísimos profesionistas que, aunque no vivan en el pueblo, una parte de su recurso económico viene a parar aquí, por eso el asunto económico fluye bastante. La gente que llega a nuestro pueblo así lo siente, así lo dice.

 

Si tenemos esta importancia, ¿por qué esta relación tan difícil con San Francisco del Mar? Durante su periodo, ¿que tipo de diálogo se estableció con el presidente de este municipio, hablando principalmente del asunto agrario?

 

Con ellos estuvimos en constante comunicación. Quisimos lograr entre los dos destrabar este asunto de años, de décadas, pero fue muy difícil. Por parte de nosotros, la pro defensa de la tierra era nuestro punto principal. Fuimos a Oaxaca dos o tres veces. Nosotros tuvimos y siempre se ha tenido esa disposición, pero la gente de allá no: sí, se sientan a dialogar, pero en el proceso ya no quieren. El presidente siempre estuvo dispuesto a la negociación, pero allá son los ejidatarios los que no quieren, sobre todo la gente de edad porque la gente joven ya desea que esa enemistad sane, que el problema por las tierras se termine.

 

Nosotros tocamos el punto varias veces; estuvimos ahí caminando con la gente de la presidencia de allá, con la gente de gobierno del estado; nos sentamos, platicamos, pero nunca se llegó a un acuerdo que pusiera fin a todo este asunto agrario que hemos padecido desde hace varios años. Ellos están en la convicción que son los propietarios de todas las tierras y que nosotros nos hemos metido en sus posesiones. Afortunadamente trabajamos en el diálogo, todo con cordura, sensato, nunca caímos en otras situaciones como pasó en otras administraciones. Nosotros buscamos cuidar siempre el respeto mutuo, sobre todo velar por la seguridad de nuestra gente.

Tomada de Facebook

Entrevista a José Luis Guerra Hernández, edil de Ixhuatán en el trienio 2008-2010 (segunda parte)

A. Antonio Vásquez

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