San Francisco Ixhuatán, pueblo ubicado al sureste del Estado de Oaxaca, en la región del Istmo de Tehuantepec; colinda al norte con la población de Reforma de Pineda; al sur, con el océano Pacífico; al este, con la pesquería de Rincón Juárez, y al oeste, con los márgenes del río Ostuta.
Durante muchos años, desde que tengo uso de razón, Ixhuatán se ha convertido en uno de los mejores escenarios para muchos de los actores en el teatro de la política.
Desde niña he entendido el concepto de presidente como aquel que ha sido elegido para representar y serviral pueblo, es decir, todo lo contrario a lo que me ha tocado vivir.
La silla presidencial de Ixhuatán fue utilizada por los actores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante un largo periodo, y fue hasta el 2005 que el Partido Acción Nacional entró en escena teniendo como candidato al C. Roque Antonio Matus Velásquez, quien llegó al poder con el apoyo de los militantes y simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT), así como también se unieron los priistas exiliados. El pueblo, ya cansado y aburrido, tenía la esperanza de que esta vez fuera la oportunidad del “cambio verdadero”; sin embargo, la diferencia con los anteriores no fue mucha.
Para los siguientes dos periodos (2008-2010 y 2011-2013), el PRI regresa a la presidencia teniendo como protagonistas a José Luis Guerra Hernández y Olivia Matus Toledo, respectivamente, quienes se encargaron de poner a Ixhuatán en un ambiente de inseguridad, corrupción, agonía y desesperación, trayendo como consecuencia el peor retroceso de los últimos años. Lo que fue de mucho provecho para uno de los próximos candidatos a la presidencia municipal de San Francisco Ixhuatán, quien, ayudándose de las circunstancias, se mostró “gentil” para empezar a ganarse el cariño, el apoyo y, por supuesto, el “me siento en deuda con él” de la gente.
Y así fue como logra su propósito y se convierte en la actual “cabeza” de la administración ixhuateca, abanderando a la coalición conformada por los partidos PAN, PRD y PT, José Luis García Henestroza, "El amigo Wicho”, quien, a sus escasos cuatro meses de mandato, ha logrado impactar a los ixhuatecos con su bien montada escenografía y la puesta en escena “Unidos por el progreso y el desarrollo de Ixhuatán”. Sin duda alguna, se ha mostrado como el mejor actor de estos tiempos, valiéndose de eventos deportivos, culturales y sociales en donde las familias, amigos y público en general pasan un rato agradable, así como también de sus discursos que logran despertar en la ciudadanía un verdadero gusto por su presidente, sirviéndole éstos como meros distractores de la realidad en la que se encuentra Ixhuatán.
Hoy en día los productos del mar son escasos, el suelo comienza a ser infértil, la ganadería ya casi no se deja ver, el alza en los pecios de los productos alimenticios, las creaciones de “nuevos” impuestos y el aumento de los mismos han despertado en la comunidad intranquilidad y peores condiciones de vida, por lo que a diario se les escucha decir: “¡No hay dinero! ¿De qué vamos a vivir?”.
Se entiende que el progreso indica la existencia de un sentido de mejora en la condición humana y el desarrollo es el fortalecimiento de capacidades para la generación de oportunidades para crecer por sí solos y dejar atrás la situación en la que se encuentra.
La pregunta es: ¿De esta manera lograremos el progreso y el desarrollo para Ixhuatán?