Joshua:
He estado tentado a no escribirte y dejar que el tiempo pase, montón de fiestas hay mientras preparamo la fiesta principal. Fíjate que últimamente lo estamo pensando que el pueblo celebra a la Candelaria porque de alguna manera celebra su fundación (que no tiene fecha). También celebra un ciclo agrícola, pero, sobre todo, celebra al viento; entonces, en medio de eso, pues, la vida toma su curso y no nos damos cuenta y ya la semana ha pasado.
Finalmente tomo mi papel y lápiz y empiezo a colocar ideas de las que quiero compartirte. Son muchos temas. Ahí me vas comentando, quizá podría haberse hecho un solo texto sencillo.
La conciencia:
Se hace de todo y se busca que la conciencia se amplíe.
La conciencia, o el momento consciente, es una de las cosas que todos buscamos tener, ya que estar fuera de ella empieza a provocar enfermedades.
De hecho, la psicología se basa en traer a la conciencia la afectación inconsciente o subconsciente que causa un malestar. Estar consciente de lo que sucede. Perder esa conciencia es estar en la locura. Esa pérdida de la conciencia también nos empieza a producir enfermedades físicas. Perder la conciencia nos ha llevado a perder el planeta en que vivimos.
Nomás que nos dimo cuenta de esto nos llega la preocupancia que nos hace reinventar la formación de los jóvenes en el nivel bachiller y relanzamos el aprendizaje basado en la vida diaria, iniciando por la comunidad y contextualizando la experiencia a niveles internacionales que no habíamos imaginado.
Nomás pa’ presumirte: reiniciamos clase el 5 de enero y empezamos por tener la visita de un representante de la nación Shuar (jibaro salvaje, les llamaban), luego la visita de una persona de Alemania y otra de Rusia, y enseguida una persona de Estados Unidos. Esto previo a la llegada de la Caravana Libertaria en apoyo a los procesos comúnomos (lo autónomo se da en nivel personal, de lo contrario individualiza, así que preferimos llamarlo comunomía) del Istmo de Tehuantepec, donde se hicieron presentes jóvenes estudiantes de diferentes niveles (licenciaturas, maestrías y doctorados) y de distintos países, como Francia, Alemania, Colombia Inglaterra y Estados Unidos.
Fíjate que a este estado de conciencia social, ambiental, política ahora le llaman locura o rebeldía e incluso le han puesto de nombre acciones que alteran la paz pública y, en algunos casos, se llama delincuencia y hasta se llama terrorismo.
La diferencia:
Ver gente vestida de negro, con greñas largas, grafiteando las paredes de la prepa llamó la atención de la gente y de la policía municipal, así que, pese a que se anunció por los sonidos locales y por radio, vinieron de noche y entrando por detrás de la escuela y no enfrente, donde estábamos reunidos, para preguntar quiénes estaban ahí y qué hacían.
Este grupo de visitantes se llaman anárquicos, es decir, sin gobierno, y basan parte de su discurso en los hermanos Flores Magón. Es curioso que uno de los héroes nacionales oaxaqueños sea un anarquista o lo reivindiquen como tal, quizá por eso no se dan a conocer sus libros.
Aunque su origen esté en el socialismo-comunismo, discusiones que los han llevado a dividirse entre rojos y negros, la práctica los ha llevado a asumir la condición social y contextual de los nuevos tiempos y espacios de lucha. Nos cuentan los compas del colectivo Barro Negro que, cuando llegaron a Álvaro Obregón en solidaridad, la gente les dijo: “Está bien, pero aquí somos nosotros los que decidimos que hay que hacer. Aquí nosotros decidimos las acciones, movilizaciones y formas de lucha”. Sabiendo escuchar y obedeciendo al mandato de asamblea, fueron incorporados a la policía comunitaria.
Entonces la diferencia se integra bajo una condición, que es la comunidad y su mandato. ¿Dónde está la anarquía? Porque, al final, Álvaro Obregón tiene un agente municipal y un cabildo. Seguramente nos dirán que es en el proceso de construcción de un gobierno de la comunidad y sin dependencias de otros niveles. La anarquía está en la autodeterminación de la comunidad de sus propias formas de vida y de la solución de sus propias necesidades.
El trabajo
Provenientes de Xalapa, Veracruz, el Distrito federal y la ciudad de Oaxaca, vinieron a encontrarse con los jóvenes de la Preparatoria Comunitaria José Martí de San Francisco Ixhuatán. Forman distintos colectivos. Algunos han venido a título personal. El encuentro consistió en la realización de talleres, los jóvenes compartieron sus saberes propios y adquirieron nuevos conocimientos.
Por la tarde, en el barrio Ostuta, el encuentro fue ameno, muchos niños y niñas se acercaron al taller para pequeños y disfrutar el show de los mimos, los vecinos aplacaron el frío ixhuateco con café de la olla.
En pequeñas cosas se está trabajando por construir una forma autónoma de vivir. Otros saberes nos han dicho que cada uno de nosotros debe hacerse responsable de producir, al menos, lo que se come. Fue así que nos compartieron su experiencia, en la práctica, para hacer compostas, semilleros, separación de basura, huertos familiares de traspatio, autodefensa de las mujeres, ludotecas, radio, documentación, serigrafía y un sinnúmero de actividades que nos ayudan a no depender de los dominantes.
Las cámaras y reflectores:
La caravana fue acompañada por distintos medios de comunicación, los llamados medios libres o no comerciales o comunitarios o populares o como se llamen, es decir, ningún medio comercial estuvo presente porque ninguno fue convocado e incluso se les cerraron las puertas. Hay la experiencia de que muchos periodistas-reporteros hacen sus notas, pero esas notas no aparecen publicadas como sucedieron, sino que solo aparece lo que es vendible, y entonces se malinforma.
Si bien los últimos días han sido los jóvenes los que más han hablado, también nos ha tocado estar explicando a los visitantes nuestro quehacer, y, desde luego, haciendo las denuncias respectivas por lo que sucede en nuestro entorno. Así que hemos estado frente a las cámaras, detrás de ellas hay una persona que está diciendo que va a sacar al público lo que dices y entre la cámara y tú está un ser que te dice que muchos te van a escuchar, te van a ver, que estás alcanzando algo que se llama fama y entonces le pone corbata a tu ego y se pasea arrogante frente a ti.
De pronto, una doctorante te dice: “Es interesante tu modelo educativo. Quisiera hacer mi investigación en tu escuela”. Otro doctorante inglés viene a pedirte, por favor, que le permitas ser citado en su tesis de antropología, y el ego se agranda sin medidas. De pronto, el piso se pierde. Sin embargo, el hambre y las cuentas por pagar nos regresan a Ixhuatán.
Los contrastes
De verdad, qué bonito se siente estar entre las cámaras y reflectores, pero sucede que el reflector te hace atractivo y, en ese momento, te ciega, no puedes ver a tu público. Ya estando otra vez en la prepa, uno se va dando cuenta de que aquí, en pleno siglo XXI de la era cristiana, cuando parece que las leyes protegen al desvalido, cuando se ha sobrevivido a cinco guerras mundiales, cuando la ciencia y la tecnología han crecido sobremanera al punto de hacernos fácil la vida, justo esa facilidad de la vida atenta contra nuestras vidas.
Las mineras, salineras y eólicas quieren adueñarse de un territorio que no les pertenece. Estos invasores que ya expulsamos dos veces de México tienen sus aliados dentro de nosotros, peor aún, no están solo en nuestras comunidades, sino dentro de nosotros mimos.
Hay un lado opresor en nosotros, estamos enamorados de los invasores, amamos a los blancos y decimo que hay que mejorar la raza casándose con un o una güerita. Decimo que el extranjero es más inteligente y que los indios puro bruto, ignorante nomás.
Y justo cuando el ego está elevado y las cámaras te atraen es cuando llega la oferta: si tú sigues hablando a las cámaras, a las nuestras, tu fama no terminará; pero, si no es a nuestras cámaras, lo que va a terminar es tu vida, y hay que tomar una decisión. Corromperse o morir, traicionar o desaparecer.
Creo que el proceso que las comunidades en resistencia han realizado nos deja muchas enseñanzas. Esos procesos son la base para la recreación o regeneración de nuestros saberes, prácticas y tecnologías que por siglos hemos acumulado y que viven en armonía con el ambiente.
Pues, si es posible, nos estaremos viendo en las fiestas de Ixhuatán, las de la Candelaria, ya tengo una recreación de la leyenda de la aparición de la virgen que te quiero compartir.
Con la esperanza de vivir enraizado y libre de ataduras, recibe un abrazo solidario a la distancia.
Manuel
Frente a las cámaras
en Ixhuatán
Manuel Antonio Ruiz
Tomada del sitio www.publialternativa.com