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Que la educación prescinde del salón y la currícula, contaron los abuelos de nuestros abuelos. Lo contaron de una manera y, con el tiempo, se añadieron y olvidaron cosas. Palabras más, palabras menos quedó esta historia que ahora les cuento.

 

Decían que fue por aquellos tiempos de los finales de los 70, aquella malvada época cuando nació el ATEI (pensé, primero, que era de ateos, pero que dicen que significa Asociación de Trabajadores y Estudiantes Ixhuatecos). Cuando Na Caritina y Ta Rodrigo descubrieron el chanchuyo que estaban haciendo en la secundaria. Aquel desgraciado tiempo cuando el derrocamiento de Nivón se comparó con la caída de Somosa.

 

Cuentan los más antiguos que fue cuando nació la idea de tener una preparatoria, en el tiempo cuando ni los gobernadores pensaban poner el nivel medio superior, cuando un grupo de ixhuatecos se empezó a reunir para poner una preparatoria.

 

Dicen que, así nomás, de la plática, se dijeron:

 

  • Vamo hacer una preparatoria.

  • Sí, vamo hacer, vamo hacer.

  • ¿Cómo se hace?, se dijo un chamaco que andaba por ahí jugando.

 

Y vuelta y vuelta se dieron para la gestión y nada que se hacía la prepa. Cuatro años se dieron a tocar puertas federales y estatales cuando al final se dijeron:

 

  • Ta bueno. Vamo, vamo abrir la prepa aunque no quieran. Ya luego que estemos, a ver quién da el papel.

 

Fue así que, en 1982, se abre el primer curso de la Preparatoria José Martí. La más antigua de los bachilleratos de la zona oriente del Istmo de Tehuantepec.

 

Dicen que, en ese tiempo, apenas estaba naciendo el subsistema de bachillerato de Oaxaca, que sea el primer COBAO de Oaxaca.

 

Cuentan también las abuelas de nuestras abuelas que ya salía la primera generación cuando, bajo presión, se dio el reconocimiento formal a los estudios impartidos y se publicó en el diario oficial.

 

Dicen los que saben contar las historias que rapidito se fue extendiendo el gusto por la prepa por cooperación: que sea comunitaria, las muchachas y muchachos se dieron a la tarea de hacer baile, carreras de caballos, fiestas, vendimias, negocios distintos para tener dinero, ahí mismo iban haciendo las obras, entre todos y todas, padres, madres, formadores y estudiantes cargaron cemento y pegaron ladrillo, y fue así que se hicieron los salones.

 

Cuentan que hubo gente de gran corazón que dio su tiempo para enseñar, como Cecilio López Trujillo, César Matus, el doctor Gastón Fuentes, el ingeniero Víctor Cueto, el doctor Juan Henestrosa, la licenciada Rubí López y otras muchas gentes que forman una lista grande que habrá que publicar un día.

 

Otra gente de gran corazón quiso dar cosas como ladrillos, varillas, dineros, acarrearon arena, o como Carlos Altamirano y su hija Edna, que regalaron el terreno, o como la Asociación de Ixhuatecos que viven en el Distrito Federal, que pusieron un salón.

Cuentan los más grandes que lo vieron todo que luego lueguito que salió las primeras generaciones, maestros se hicieron los chamacos y chamacas y, entonces, orgullo fue ir a aprender o enseñar a la prepa.

 

Queriendo hacer resumen de esta historia que los abuelos y abuelos de nuestros más viejos abuelos contaron, con sus luces y sombras, más que esto o lo otro parece que dicen así:

 

  • Fue una primera etapa el tiempo de pensar gestar, gestionar y hacer nacer la primera prepa en casa de la maestra Adelita; esa etapa cuentan que fue acompañada por el maestro Cecilio López Trujillo.

  • La segunda etapa de su vida es de estabilidad. Esta etapa fue acompañada por la maestra Adelita Fuentes Matus; en ese tiempo, la reforma educativa dijo que debería ser una escuela privada y no una escuela comunitaria.

  • La tercera fue una etapa de crisis por la apertura de nuevos bachilleratos, denuncias e inconsistencias y una administración débil que soportó el profesor Ariel López Fuentes y Trujillo.

  • La cuarta, la que estamos teniendo ahora, es la de la vuelta a la construcción de la comunidad.

 

Entonces dicen los abuelos viejos que de esta historia ya fueron 32 años de servicio comunitario, más 4 de gestiones y gestaciones, se suman ya 36 años de enseñanzas y retos.

 

Por eso nos enseñaron las abuelas más viejitas que la educación sufrió un cambio, que sea, se transformó en formación comunitaria. Entonces, cuentan que la educación comunitaria está lanzando a los jóvenes a las situaciones reales acontecidas en el tiempo y el espacio y se quiere olvidar de la construcción de problemas hipotéticos como lo plantearon los malformados en la historia de las competencias educativas.

 

Por eso es que, hasta el día de hoy, dicen los abuelos y abuelas: los jóvenes acompañados por el libertador José Martí andan haciendo una campaña de conciencia para la reconstrucción, respeto, amor y conservación del río Ostuta.

 

Cuentan también que la educación ha sufrido su parte de quiebre, necesitó encontrarse de frente con la invasión acontecida por las transnacionales mineras, eólicas y salineras y de ese choque nació un seminario permanente voces de las juventudes.

 

Así cuentan los que han visto que se hace un equipo de orientación que está formado por los mismos jóvenes estudiantes acompañados por otros jóvenes catedráticos.

 

Más allá del salón, cuentan los contadores que hay un grupo que sale a las calles, colonias, barrios, espacios públicos a ofrecer a los niños saberes a través del juego y que le dicen que se llama, ¿cómo, dicen? ¿Ludo, ludo, ixhuatecas? No, es ludoteka.

 

Cuentan que la prepa José Martí, la más vieja de la región, también se hizo una sus comisiones internas para la convivencia interna y mantenimiento de las instalaciones y su asamblea y sus comités y sus talleres coordinados por los propios jóvenes y sus productos se presentan en ferias y tianguis de saberes.

 

Por eso, hasta el día de hoy, la preparatoria concibe a la escuela como un espacio educativo donde la comunidad se encuentra,

donde se sistematiza y comparten los saberes y se busca soluciones a sus necesidades. Por eso es que dicen que se debe hacer investigación real de forma que se hace necesario prescindir de la currícula oficial y de los números que califican y controlan a las personas.

 

Cuentan los más viejos abuelos y abuelas que, cuando los jóvenes se encuentran con la realidad, empiezan a haber choques de intereses y ahí la educación, que agarra vida propia, se pone de un lado en la vida, sea del lado del que tiene pa pagar o del lado del que apenas come, pero, sobre todo, se opone a los intereses personales; que sea, el saber no objetivo, todo saber se subjetiviza, se coloca del lado de quien tiene esa postura de defensa de la vida integral, que sea, el saber te da la razón y el sentimiento, o al revés.

 

Dicen también que la educación no depende de dádivas, de despensas, de becas, premios ni papeles, más bien vive de esfuerzos colectivos que forman el espíritu.

 

Cuentan que hasta estos días, de repente, como al mediodía, a la hora del diablo, a la mala hora, a algunos se les ocurre que la escuela debe dejar de ser cárcel para volverse humana, festiva, alegre, convivencial, cooperativa, sororal y debe integrarse a la fiesta común.

 

Además, les invitamos desde la preparatoria a acompañarnos el 24 de junio a las 7 de la noche a la fiesta de graduación de la generación XXX “Generación de Acciones Voces y Utopías” y a las fiestas de la Candelaria, en febrero 2015, donde nuestras catedráticas serán capitanas de las festividades en la vela que se hace en el campo pirata, pues porque la prepa se ubica por ahí cerquita.

 

Y ya por último, considero importante que debemos impedir la instalación del parque Eólico en las costas desde Cachimbo hasta San Francisco del Mar, la apertura de salineras en Aguachil y el mar muerto y también debemos impedir la instalación de la mina Santa Martha en Zanatepec y cuidar y conservar el río Ostuta.

Historia de la Preparatoria

por Cooperación José Martí

Manuel Antonio Ruiz

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