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                                                                      La lluvia no regresa hacia arriba,

                                                                                    cuando la herida ya no duele

                                                                            duele la cicatriz.

                                                                                  (Bertolt Brecht)

                                          Ixhuatán

 

Dulce y tierno fruto de enero, sobre tu tierra se fermenta la vida,

mujeres de ojos grandes vigilan las calles de noviembre,

hombres con candiles iluminan las orillas de Ostuta,

niños de tierra le dan color a tu voz.

Ixhuatán sin ti no es nadie,  fino y de pureza brillante,

de rareza burlona e historia nocturna, voces de saxos corren por tus manos,

perros de fiestas lloran borrachos,

todos vivimos para ti y tú nos das de tu vida,

danos vida pueblo, danos vida y un momento de lucidez.

 

Los poemas nacen en la tierra y el aire de octubre los levanta, tú has de atraparlos, es egoísta disfrutarlos, escríbelos y dímelos, canta con la flor morada el son de la Martiniana, despierta con la última estrella que esté por dormir, duerme con el último pollo que suba al mango y vive como ha vivido tu padre.

 

Disfruta de la vida y no te olvides de luchar, levantar el puño y exigir siempre justicia, levántate cuarenta y tres veces, sacúdete el polvo del pasado y llénate el alma de los brillos que vendrán después del alba, corre cansado hasta llegar al fin, no te detengas, tus rezos jadeantes los escucha más cerca Dios, cuando deja de sangrar la herida te despreocupas de ella, no sabes que por dentro está naciendo un tumor, abre de nuevo la herida, que se desangre, arranca con tus manos ese pedazo de carne podrida que no te sirve, que no sirve al pueblo.

 

Únete con quienes digan lo que muchos callan, lee a quien nadie lea, mira al que todos miran y a ese critícalo, obstrúyele el paso, cuestiónale y pregúntale a dónde se dirige.

 

Haz lo que nunca haz hecho, sal a la calle y que todos te vean caminar con los que caminan distinto, no veas la televisión, no leas lo que yo escribo, mira las injusticias y pregúntate qué puedes hacer para cambiarlas, abre bien los ojos, piensa antes de actuar. ¿Estás seguro de criticarme? Adelante, hazlo, no me defenderé.

 

Las cosas realmente buenas hacen eco en las paredes, así es como todos las escuchan.

 

Ve al río al menos una vez al mes, él está muriendo, y nadie lo visita más que las máquinas que lo destruyen. He oído que otras lenguas lo han cuidado más que las nuestras, si quieres que tus muertos vengan, barre tu casa y deja el circo un rato.

 

Un reconocimiento a los que integran la Escuela Preparatoria Por Cooperación José Martí y a los que “sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo”, rezaba Guevara de la Serna.

 

Levántate cuarenta y tres veces y cien veces más.

Punto y aparte de

Franco Carrasco Aguilar

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