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Hay que pagar la cuenta del teléfono y la luz y el gas y el agua y los biberones y pañales y, encima, los medicamentos tuyos, y hay que juntar pa’ la quimio del mes. Se juntó todo. ¿Qué hago? ¿La cuerda es la solución? ¿Cómo me culto de tanta pinche miseria?

 

Mientras la ciudad está invadida por una avanzada de helicópteros y 2 mil elementos de (in)seguridad, Ricardo, que salió de Ixhuatán hace 10 años, recorre camino de regreso a su cuarto sollozando y retrasando los pasos para no llegar tan pronto al encuentro con su esposa, quien se encuentra en cáncer avanzado.

 

¿Volver al pueblo? ¿Más miserable de como salí? ¿Regresar al mar? Yo que iba a triunfar, yo el de mejores calificaciones, yo que tenía el mundo ganado, yo que le creí al sistema que estudiando sería alguien.

 

Sí, soy alguien. Soy el maestro desempleado que quiso obedecer, hice el examen que no pasé. Ahora, con el nuevo IEEPO, desempleado. ¿Pasar un examen cuando tu mujer muere y tu hijo busca vivir? ¿Llegar al examen con la panza vacía? ¿Pasar un examen cuando vencimos al desgobernador Ulises Ruiz?

 

Había señales desde antes. Los cohetones lanzados al maestro Toledo en la marcha pacífica fueron el anuncio de que la bestia infeliz de Gabino despertaba. Su discurso de “paz y progreso” se transformó en desprecio. Así fue que en plena fiesta, cuando todos estábamos ocupados en la Guelaguetza, atacó cobardemente, igual que atacó el cáncer de Lupita.

 

El ingrato adquirió un crédito por 55 millones de dólares para “situaciones extraordinarias”, con lo que el adeudo del estado se elevó en un 300 %. Endeudó al estado para golpear a la Sección XXII.

 

Y ahora que dicen que el pueblo está en riesgo de morir si se abre la mina, ¿en qué voy a trabajar?

 

Muchos años más tarde, se contaba que Lupita había fallecido feliz a la orilla del mar[i]. Luisito, el hijo de ambos, estaba estudiando en algún país de Europa, exiliado por la férrea defensa del mar que Rodrigo había emprendido.

 

Había pasado 15 años en la cárcel, le aprehendieron la tarde del 2 de febrero, mientras la Vela de la Candelaria estaba en máximo esplendor. Esa tarde en que el ejército, la naval, la federa, la gendarmería y la policía creada exprofeso para la defensa de las mineras y eólicas entraron a pacificar un pueblo cuya vida se asoma entre el verde de sus hojas.

 

La gente salió de ambas fiestas. Con botellas (vacías), con las pocas piedras que las calles no pavimentadas proveyeron y con cuanto fue posible tener al a mano cercaron a 5 mil elementos. Los tuvieron a sed y hambre durante cinco días sin permitirles ir al baño. La victoria fue del pueblo y la vida pudo seguir su curso.

 

[i] http://www.noticiasnet.mx/portal/oaxaca/general/gobiernos/294719-contrae-deuda-18-mil-millones-gobierno-cue-20-anos

http://oaxacapolitico.com/locales/gabino-cue-sigue-endeudando-a-oaxaca-pide-mas-lana/

Tomada de www.veoverde.com

¿Regresar al mar?

Manuel Antonio Ruiz

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