top of page

Gonzalo Rocha llegó a Ixhuatán en el invierno de 1997 invitado por la entonces mayordoma de la Vela de la Candelaria, Deyanira Aquino Pineda. Pasó desapercibido, pues es un hombre que usualmente se deshace del aura de la fama. Se inauguraba la pista de la vela “de los ricos” (mote que otros iguales le dieron) con otros artistas. Rocha miraba absorto la construcción de una enramada, las interminables cazuelas de comida y la larga, larguísima lista de cosas y situaciones que, quizá, llegaban a él por vez primera.

 

A Gonzalo lo conocí en el jardín de mi mentora Guadalupe Musalem Merhy una tarde de invierno, a donde él había ido a comer, y la larga sobremesa lo sorprendió la noche. A pesar de ya ser famoso, un seguidor suyo inmediatamente se incorporó a la charla y descubrió que además compartían aficiones, incluyendo el beisbol. Una fortuna para un joven de ese entonces, que era yo. Nadie en la universidad me creyó el cuento de que había cenado con el creador del Evenflo: me tildaron de mitómano y mala copa. Pero mis ojos se negaban a creer lo contrario, pues fueron testigos de tan acertada coincidencia.

 

De esos días rescato unas preguntas que le hice a Gonzalo Rocha a modo de segunda parte.

 

En un tema más personal, Gonzalo, ¿cómo llegas a una vela en 1997 a Ixhuatán?

 

Invitado por la familia de “La Teca” –Deyanira Aquino– y de la familia Musalem.

 

¿Fue apabullante para ti estar en una fiesta istmeña? El mito del matriarcado estaba en boga, y era muy difícil no querer ver eso en una fiesta.

 

¡Las fiestas del Istmo son exuberantes! La comida, la bebida, la compañía, el color… ¡Con razón Vasconcelos mandó allí a Diego Rivera!

 

Es cierto que la mujer en el Istmo tiene una presencia fuerte y un acceso al dinero y la economía. Me pregunto si, además de la influencia zapoteca, no tendrá que ver la migración de árabes en la zona. Son parecidos esos usos y costumbres.

 

Con la mirada desde afuera, ¿cómo nos viste en esos días? Críticamente, ¿qué pasa en la mente de un artista?

 

Con todo el Istmo tengo un entrañable vínculo que me ha hecho visitarle varias veces y siempre quedar gratamente sorprendido.

 

Si te invitáramos como panoptiqueros a una charla, ¿la aceptarías?

 

¡Por supuesto!

 

Y sirva, pues, para agradecer a tan ilustre personaje por su regalo convertido en una caricatura de Andrés Henestrosa, que pasa a formar parte de la colección gráfica del Panóptico Ixhuateco y que acompaña esta segunda ronda de preguntas.

Rocha, el monero que bailó bajo la enramada de una vela ixhuateca

Joselito Luna Aquino

Cortesía: Gonzalo Rocha

bottom of page