San Francisco del Mar dijo en asamblea que un parque eólico es asunto de todos los habitantes del municipio y no solo de los comuneros o dueños de tierras, por lo que ordenaron al presidente de los bienes comunales que no puede hacer trato con las eólicas y que debe, junto con el presidente municipal, realizar asambleas de toda la población para informar sobre estos proyectos y que decidan entre todos y todas.
El presidente municipal de San Francisco dijo a los medios que esta respuesta de la asamblea convierte en fallido un madruguete que intentaban hacer las empresas eólicas, lo cual aplaza la entrada de las empresas a esta zona.
Ya antes Álvaro Obregón y San Dionisio del Mar pusieron el ejemplo. Se llenaron de fuerzas, de valor y de coraje y obligaron a la empresa a retirarse y, llena de Vergüenza Mareña Renovable, se cambió de nombre a Eólica del Sur. Le pasó lo que le pasa a la gente orgullosa que dice: “Me cambio el nombre si no entro (o hago…)”, y tuvo que cambiárselo. Esa situación la obliga a renovarse y entrar amable, ahora con una consulta en Juchitán.
Desvergonzada, como los depredadores son, se inicia una supuesta consulta. Se reúne a los propietarios (ilegales porque esas tierras eran bienes comunales) de tierras, a las empresas constructoras y sus trabajadores y con ellos se pretende avalar la consulta. Quienes han estado solicitando la consulta y oponiéndose a la forma voraz de las empresas se unen a ese proceso.
Cada reunión termina con amenazas a la propuesta ciudadana, los empresarios bloquearon Juchitán para obligar a que se acelere la consulta y la Cámara de Comercio solicita una estupidez: “Que no sean vinculantes”, es decir, que el gobierno no haga caso a la respuesta que haya en la consulta.
En los últimos días, la parte ciudadana se retira de la consulta y se quedan solo los empresarios, los dueños de tierras y sus empleados. Si esa consulta es tomada como válida, ese será el modelo de consulta que se aplicará en todo el país a partir de ahora y se presumirá en el extranjero cuán democráticamente se imponen sus proyectos.
Ser consultado es un derecho humano. Si se forza a alguien a hacer el sexo, eso se llama violación, debe haber un acuerdo previo; en el caso del desarrollo, también, aunque estemos acostumbrados a que no nos pregunten lo que queremos.
La preparatoria comunitaria José Martí lanza una convocatoria a la juventud para que sean los que continúen lo que ahora los adultos nos enseñan. Lo que nos enseñaron San Dionisio y Álvaro Obregón, lo que nos enseñan los huaves en su asamblea.
Y les proponemos que sean ellos y ellas quienes diseñen un modelo de consulta ciudadana. Para ellos hemos invitado a Gustavo Ramírez, zapoteca que después de trabajar en el Banco Mundial regresa a su comunidad a ser topil y a defenderla de sus jefes del banco. También a Roberto Gamboa, quien colabara en Tlachinolan, el centro de derechos humanos que ahora acompaña a los padres de los normalistas desaparecidos, en el área de defensa contra la minera de Carrizalillo, entre otros invitados de talla internacional.
Esperar a que sea la empresa o el gobierno quien haga las cosas es esperar a que la muerte te llegue, pensar que el gran Dios viene en esos cerros flotantes es volver a caer en el mismo error que nos ha sometido por tanto tiempo, esperar es no haber aprendido que el hombre blanco no tiene buenas intenciones, es no aprender que la vida política de una comunidad la hacemos la comunidad, no los fuereños.
Consultar sin esperar al gobierno es participación ciudadana, es comunalidad, es madurez ciudadana. Tomemos en nuestras manos los destinos de nuestra comunidad y demos ejemplo a los pueblos del mundo.
Comercial:
Les esperamos del 13 al 19 en la prepa al campamento juvenil 2015. Invita a tus conocidos de la región del Istmo o a universitarios de todo el país.
Aaah, si no puedes venir o invitar a nadie, puedes aportar económicamente. Estamos cobrando 150 pesos para alimentos, pero eso no alcanza, así que puedes ser parte de esta actividad.
Si no preguntas, es violación
Manuel Antonio Ruiz
Tomada de www.cchen.cl