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Mientras leo en las noticias la entrega-donación del IAGO que hizo Francisco Toledo al "gobierno" de Oaxaca, reflexiono en los ires y venires de la política cultural, desde lo nacional hasta lo municipal. Tal parece que quienes administran el poder le tienen cierto temor a las personas que son capaces de construir una perspectiva crítica sobre los acciones de quienes los gobiernan, además de reconocer y reconocerse como parte de una realidad que les es distinta a lo que las distintas instituciones de poder les muestran.

 

(Uno)

 

En materia de cultura, la ausencia de una política cultural del actual gobierno municipal y de sus antecesores da muestra de la proclividad hacia el hartazgo sobre las instituciones que van generando en algunos sectores sociales, a pesar de los esfuerzo que han existido durante varias generaciones, de intelectuales, académicos, profesionistas, artistas y benefactores, por proveer a los niños y jóvenes ixhuatecos de remansos de sabiduría para nutrirse de la valía del conocimiento, y, a pesar de ello, lo poco o mucho llega al cansancio, y entonces, solo entonces, los proyectos migran hacia mejores espacios de desarrollo.

 

Sin embargo, he de admirar a aquellos hombres y mujeres que en las raíces sumergidas en tierra profunda del pueblo entre hojas han logrado sobrellevar el barco a buen puerto y se han mantenido a flote a pesar de las tormentas en contra. Nombres como Clemente Matus Ruíz, David Cortés, Sebastián Toledo (bibliotecario), Bertha Nivón Velázquez, Juan Henestroza Zárate, César Matus López, Miguel Orozco (maestro juchiteco, educador de varias generaciones de ixhuatecos), por mencionar a algunos, aunque en la lista me hacen falta muchos, incluso he de repetir nombres que el mismo Juan Henestroza ha mencionado en textos anteriores.

 

La valía de personajes como el profesor Cecilio López Trujillo, quien, a pesar de las adversidades, fundó la primera escuela preparatoria en el pueblo, escuela que albergó a cientos de, hoy exitosos, profesionistas y que, a pesar de que en la actualidad es denostada por seudocríticos anónimos de las redes sociales, mantiene un empuje por construir y reconstruir el conocimiento de los hombres y mujeres de Ixhuatán que tanta falta nos hace. Así se lee, se analiza y comprende en voz de unos de sus dirigentes, Manuel Antonio Ruiz, quien tiene una magnífica claridad en su perspectiva teórica del mundo, de la región social y del Ixhuatán que queremos para el futuro.

 

(Dos)

 

Si bien el concepto de cultura es bastante ambiguo, aquí lo expreso en el término de la formación filosófica, artística e intelectual. En este sentido, la casa de la cultura promovida e inaugurada por administraciones municipales anteriores nada ha aportado hasta el momento; hace falta promover, crear y desarrollar salas de lectura, talleres de formación filosófica y literaria; fortalecer, como cuando don Tian Toledo administraba La Morelos, el acervo bibliográfico para que los jóvenes vuelvan a su sala de consulta y lectura con el objeto de hacer frente a los embates de la "moda" de "niños rata" que se van multiplicando cada día con su acercamiento a las redes sociales cada vez a más temprana edad.

 

Hace falta que, en vez de clases de aeróbics, manualidades y "otras cositas" propias del saber hacer, se promuevan más el saber ser y el saber pensar, con talleres de danza clásica, contemporánea o folclórica.

 

Es por todos conocido que en las escuelas se enseña danza, pero es efímero, puesto que su objetivo es mostrarlo solo en festivales organizados por las mismas escuelas; falta integrar a la sociedad en general a estas actividades más allá de estas fechas, que, en lugar de hacer fiestas acompañadas de grupos de música tropical, o "música disco", se promueva el aprendizaje de la ejecución de instrumentos musicales, el conocimiento de la música de orquesta, ya sea regional o clásica; se trabajen en talleres de pintura, grabado, dibujo y escultura.

 

Estoy seguro de que las capacidades de los niños y jóvenes ixhuatecos están esperando ser despertados de su letargo, están esperando a que les enseñen a abrir las alas para emprender el vuelo. Hace falta promover actividades teatrales, concursos de oratoria, de declamación, de creación literaria, de canto. Rescatar las proyecciones cinematográficas, pues el cine es una de las actividad artísticas que alberga en su ser, otras manifestaciones artísticas, sociales y culturales.

 

(Tres)

 

A pesar de que confío muy poco en las instituciones, estoy convencido de que a través de ellas se puede construir nuevas realidades sociales, hacerle frente a aquellas que laceran y enferman a la sociedad y que posibilidad la comunión entre los miembros de un pueblo. De acuerdo con Jacques Lacan, al ser las instituciones la materialización de un imaginario social, estas pueden garantizar el desarrollo de la misma, siempre y cuando quienes la dirijan o estén a frente de ellas respondan con las necesidades y acuerdos de los miembros de la comunidades que las crea y las preserva. Cuando las instituciones responden a interés particulares, entonces se pudren, y es necesario eliminarlas de raíz y crear nuevas. Así, entonces, es necesario pensar en la actual casa de la cultura Andrés Henestrosa. Se puede, si se quiere, arrancarla de las manos de la administración municipal y dejarla en manos de organizaciones y/o asociaciones civiles de ixhuatecos que, estoy seguro, harán un mejor trabajo. El camino es largo y difícil, pero posible de andar en él.

 

(Cuatro)

 

En algunas ocasiones, cuando el asesino acorrala a su víctima, la victoria de la víctima está en ofrendar su vida al asesino. Gracias, maestro Francisco Toledo, con tus acciones a favor de los malos gobiernos de Oaxaca dejaste que ellos solos se embarren de mierda la cara.

Ixhuatán

(De la oferta cultural a la cultura que se oferta)

A. Antonio Vásquez

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