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El despido de Carmen Aristegui de MVS Radio ha conmocionado a la sociedad mexicana y encendido las alarmas sobre la situación en la que se encuentra el periodismo en relación con la libertad de prensa, independencia editorial y libertad de expresión.

 

La tesis que indica un conflicto entre particulares se encuentra inmensamente superada al analizar el contexto y los argumentos presentados por las dos partes involucradas y los diferentes sectores de poder en el país.

 

Y es que el objetivo del periodismo es ese: ejercer un contrapeso ante los poderes institucionales y fácticos dentro de un Estado; por esto se le denomina como el cuarto poder.

 

Desde hace nueve meses, este grupo independiente de ixhuatecos se ha dado a la tarea de llevar a cabo a diario un ejercicio de exposición pública con estatutos invariablemente basados en el interés social. Hemos elegido el género de opinión –un género periodístico- como el modus operandi para posicionar ideas, críticas y alternativas que contribuyan a construir un mejor pueblo.

 

Nuestra tarea ha resultado molesta para algunos grupos en el pueblo, pues hemos sido muy claros al enfatizar que nuestra labor no consiste en alabar, aplaudir ni beneficiar discursivamente a algún sector parcial. Se nos ha tratado de descalificar de múltiples formas: elitistas, seudoanalistas, columnistas de a sueldo, entre otros calificativos.

 

A algunos los han objetivado como corruptores de la juventud al incitarlos a dejar las aulas y tomar acciones en los espacios públicos; a otros los sentencian por ser descendientes directos del mismísimo Lucifer, con vínculos inmediatos con Lilit y demás ánimas endemoniadas; a otros por promocionar a un intelectual que “nada hizo por Ixhuatán”, mientras que a algunos por meterse con el nuevo mesías que es capaz de desear que Dios tenga en su santa gloria a un individuo que todavía está vivo –esta es una de esas declaraciones que se quedan para la posteridad-.

 

Lo cierto es que la naturaleza de todo ejercicio periodístico resulta incómoda para muchos. Pero es necesaria. En toda sociedad democrática, es preciso que existan esas voces que evidencien y digan lo que otros callan, que presenten perspectivas genuinas y alternativas ante lo que se dicta desde el oficialismo institucional o de facto.

 

Son nueve meses de pasión por generar diálogo y debate. Son nueve meses en los que, como bien lo señaló Cinthya Vasconcelos en nuestro primer encuentro anual, Ixhuatán es un tema internacional.

 

Sin embargo, este ejercicio resulta insuficiente ante los fenómenos que se viven en el municipio día a día. Política, social, cultural, intelectual y literariamente hay muchos territorios prácticamente vírgenes por tratar en el pueblo entre hojas. Es necesario que emerjan otros proyectos organizados desde la sociedad civil para contribuir a esta tarea que nosotros hemos tomado como ciudadanos preocupados por lo que pasa con nuestro espacio.

 

Los “Ing. Alberto Pineda Hernández”, “Rolando Hernández Baltazar”, “Marco Antonio Martínez Andrés” y demás individuos a los que les molesta ver que otros realizan actividades genuinas e importantes nunca faltarán. Pero son ellos un síntoma del éxito de un proyecto llevado al espacio social.

 

Deseo que otros grupos ciudadanos irrumpan en la escena pública para generar contenidos, para mejorar su pueblo, para reinventar ese sitio del cual todos hemos disfrutado, sufrido y vivido.

 

"Ya sé que no aplauden", dijo Enrique Peña Nieto en un informe ante periodistas en febrero pasado. Pues no. La labor periodística no consiste en aplaudir lo que realicen quienes ejercen el poder por hacer lo que, por obligación, deben llevar a cabo; eso tiene otro nombre. Preocupa que en Ixhuatán el último ejercicio de periodismo impreso haya muerto con la quiebra de El Independiente de Juan Henestroza.

 

Urge una gaceta ciudadana en el pueblo que ofrezca a los ixhuatecos visiones comprometidas y desincorporadas de los grandes gremios de poder. Urgen más sitios informativos sobre Ixhuatán para tener una efectiva pluralidad de perspectivas que cultiven ese ambiente democrático por el que tanto abogamos.

 

Esperamos con ansias esos nuevos proyectos, pues el ambiente de autoritarismo que se vive a nivel nacional nos obliga a tomar el rumbo de nuestro destino en nuestras propias manos

Urgen más medios en Ixhuatán

Michael Molina

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